Trabajar con frío genera muchas incomodidades y provoca que no estemos centrados durante la jornada laboral. Por ello, es muy importante no tener frío mientras se trabaja. Pero, por supuesto, también se necesita libertad de movimiento y ropa cómoda que sea fácil de quitar cuando empieza a hacer calor.
Peligros por exposición al frío (< -5ºC)
La ropa de trabajo específica para cuando se trabaja en cámaras frigoríficas o en ambientes de frío intenso, nos protege contra el estrés por frío, la congelación y la hipotermia, entre otros. Por supuesto, cuanto más baja sea la temperatura y más tiempo se esté expuesto, mayor será la posibilidad de llegar a pasar por uno de estos peligros. Los síntomas más comunes por el estrés por frío son temblores, aumento de la frecuencia cardiaca, respiración acelerada, presión arterial alta, etc. Esto puede conllevar una reducción de la función cerebral, del sistema nervioso, de los riñones o del hígado. Por esta razón, en entornos de almacenamiento frigorífico, es imprescindible un equipo de protección individual de diferentes capas para trabajar.
Equipos de protección para protegerse del frío extremo
Es importante tener en cuenta que por llevar muchas capas de ropa no vamos a mantener el cuerpo caliente, sino que en ocasiones conseguiremos el efecto contrario. Lo importante es llevar la ropa adecuada: Chaqueta y pantalón o peto especial para cámaras frigoríficas y debajo ropa interior térmica transpirable. Si de lo contrario, llevamos puesto un jersey grueso o polar debajo del conjunto frigorista, provocaremos el efecto opuesto, ya que no dejaremos transpirar y por lo tanto se acumulará en el interior la humedad del sudor y pasaremos frío. Lo mismo ocurre con las manos y lo pies, debemos utilizar opciones transpirables con regulación térmica en vez de un doble calcetín o doble guante.
- Ropa de trabajo: El vestuario frigorista debe incorporar varias capas con el fin de crear bolsillos de aire que proporcionen el tan necesario aislamiento térmico, así como la permeabilidad al aire. Además, debe cumplir con la norma para ambientes fríos EN 342 que especifica que el EPI se puede utilizar en temperaturas inferiores a -5ºC y en condiciones climáticas húmedas y con viento. Es especialmente importante que ofrezca un aislamiento uniforme en todas las partes del cuerpo, evitando pérdidas de calor por las costuras, algo en lo que las prendas para frigorista de Sioen sobresalen. También es importante que sean prendas que resistan los lavados para aumentar la durabilidad y evitar tener que renovar los equipos con demasiada frecuencia.
- Calzado: Debe ofrecer una seguridad superior ya que tiene que soportar temperaturas extremadamente frías. Por lo tanto, el calzado para frío debe contar con un gran aislante térmico, así como con una suela de gran resistencia a la intemperie con función antideslizante y con plantilla antiperforación.
- Guantes: Los guantes óptimos para frío es imprescindible que cumplan con la norma EN 511, la cuál especifica los requisitos y métodos de ensayo para los guantes que protegen contra el frío transmitido por convección o conducción hasta -50ºC. También deben ser transpirables con regulación térmica y protección contra la humedad, resistentes al agua, antideslizantes, cómodos y flexibles.
- Ropa interior térmica: Debe ofrecer un muy buen aislante térmico y ser transpirable, manteniendo así la temperatura que necesita el cuerpo. También debe contar con un tratamiento antibacteriano, función contra los olores y un buen control de la humedad. Tiene que ser funcional, ofrecer un buen confort y una buena adaptabilidad. Un plus sería que contase con la normativa para ambientes fríos EN14058.
- Complementos: Para completar el uniforme y estar totalmente protegidos del frío, nos faltarían los calcetines, el gorro y un alzacuellos. Estos complementos deben aportar calor, confort y tener una alta transpiración para gestionar bien la humedad. Es recomendable que estén fabricados con fibras naturales como lana o fibras huecas como Thermolite, Thinsulate de 3M o similares.