El sector alimentario ha ido en constante evolución en los últimos años, especialmente como consecuencia de los avances tecnológicos, las exigencias normativas y el hecho de que la sociedad cada vez esté más concienciada con la salud y el medio ambiente.

1. Aplica sistemas de control higiénico-sanitario

El sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico o APPCC es el que tiene más reconocimiento internacional para garantizar la seguridad en las empresas de alimentación. Sus principales pasos incluyen formar el equipo de trabajo, describir los productos, identificar qué uso debe tener dicho producto para los consumidores, realizar el análisis de peligros asociados a la producción, utilizar equipamiento y vestuario adecuado y establecer medidas preventivas, entre otros. En los siguientes puntos abordaremos algunos de los asuntos que incluye un buen sistema APPCC.

2. Revisa la higiene y desinfección de las instalaciones y utensilios

Es importante que todos los elementos utilizados en el proceso de tu empresa cumplan con la normativa de higiene y seguridad, tanto para proteger a los trabajadores como para garantizar la calidad de los productos finales.

Una buena higiene industrial comienza con la elección de una buena estructura, libre de inundaciones, plagas, gases tóxicos, humo, luz excesiva o radiaciones. También es fundamental el uso de una buena agua, potable y con la temperatura adecuada. En cuanto a los materiales, deben estar libres de sustancias tóxicas, y además es importante que no tengan corrosiones, grietas ni restos de olores de ningún tipo.

3. Establece una secuencia de realización de operaciones de limpieza

Fases aconsejables: 

• Preparación del entorno

• Pre limpieza

• Limpieza principal

• Enjuagado

• Desinfección

• Enjuagado final

• Secado

Depende de cada necesidad concreta y el proceso del que se trate, pero en general se trata de tener un protocolo claro para que todos los trabajadores sigan ese procedimiento.

4. Garantiza la calidad de las materias primas

No serviría de nada controlar todo el proceso y las instalaciones si la materia prima alimentaria no cumple los mínimos requisitos de calidad y seguridad. Debe prevenirse la contaminación cruzada, y los alimentos deben pasar por un ensayo de laboratorio para asegurar que están libres de parásitos o sustancias tóxicas de cualquier tipo. Es fundamental comprobar el origen y sus certificados de calidad. Además, el transporte debe realizarse en un vehículo autorizado por un organismo competente.

5. Control de plagas

Toda medida es poca si no logra evitar alguna plaga, pues esto pone en riesgo los alimentos y también a los trabajadores. Para garantizar un buen entorno laboral y la seguridad alimentaria necesaria es indispensable controlar las plagas con las medidas precisas. Lo mejor es contratar una empresa de control de plagas, con el personal cualificado y certificado, así como productos biocidas autorizados por el Ministerio de Sanidad.

6. Ten en cuenta los alérgenos, especialmente los siete principales

Cada vez más consumidores tienen en cuenta este aspecto, que también puede afectar a los trabajadores en el proceso. Es importante garantizar la limpieza total de todos los utensilios para que no queden restos de ningún tipo. Los principales son los siguientes: leche de vaca, huevo, cereales, marisco, pescado, frutos secos y soja.

7. Realiza planes de formación continua

Más allá de contratar a un personal cualificado en cuanto a la técnica y también los aspectos relativos a la higiene y seguridad alimentaria, es importante garantizar una formación constante, para que los empleados conozcan las nuevas normativas, recuerden la importancia de esos aspectos y amplíen sus conocimientos en todo lo referente a seguridad e higiene.

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